El bajo rendimiento académico se ha convertido en un importante tema de interés en el ámbito educativo (Ariza et al., 2018). En este sentido, recientemente la neuropsicología aplicada al contexto educativo se ha preocupado por entender y explicar los problemas del rendimiento académico (RA) y del aprendizaje a partir de las variables neuropsicológicas y cognitivas como las funciones ejecutivas (Montes et al., 2020); pese a esto aún se han presentado dificultades y controversias en el estudio de la relación entre ambas variables.
En primer lugar, se encuentra la medición de la variable del rendimiento académico la cual, comúnmente, se ha realizado a través de las notas académicas, sin embargo, se ha cuestionado si su uso puede ser un indicador confiable de los conocimientos y aprendizajes que un estudiante adquiere (Escolano-Pérez y Bestué, 2021).
En segundo lugar, se encuentra la poca especificación de los estudios, debido a que la mayoría se ha centrado en analizar la relación de las funciones ejecutivas con el promedio general; sin embargo, la evidencia empírica apunta a que el aprendizaje de las asignaturas podría implicar un correcto funcionamiento ejecutivo específico, por ejemplo, la memoria de trabajo y las matemáticas (Latzman et al., 2010); o el idioma inglés con la flexibilidad cognitiva (Fonseca et al., 2016).
Ahora bien, pese a que la evidencia científica ha apoyado la relación entre ambas variables resulta necesario indagar sobre las implicaciones prácticas que estos hallazgos podrían suponer.
Por lo anterior, es que se diseñó una encuesta que tuvo como objetivo identificar el nivel de acuerdo de los y las docentes sobre la utilización de la nota académica como un indicador confiable del aprendizaje, también conocer su nivel de acuerdo sobre si cada asignatura requiere de habilidades cognitivas específicas y, por último, evaluar si conocen los efectos de la estimulación cognitiva en el RA y la frecuencia con la que la practican en el aula.
Se elaboró una encuesta en la plataforma de Google Forms conformada de 9 reactivos, donde 5 de ellos se enfocaron en evaluar las principales características sociodemográficas. Finalmente participaron 33 profesores mexicanos de educación primaria, secundaria y bachillerato. Una mejor descripción de la muestra puede observarse en la Tabla 1, donde se destaca que la mayoría de los participantes perteneció al sexo femenino (76.9%), de formación licenciatura (84.6%) que impartían clase en primaria (38.4%) y secundaria (38.4%) en escuelas públicas (84.6%) en zonas urbanas (92.3%).
Tabla 1
Características sociodemográficas de la muestra
Resultados
En relación a los resultados de la primera pregunta (ver Figura 1); se destaca que el mismo porcentaje de participantes (38.40%) indicó estar un “poco en desacuerdo” y “un poco de acuerdo” sobre si una nota académica es un indicador confiable del aprendizaje que un estudiante adquiere
Con relación a los resultados de la segunda pregunta (ver Figura 2); la mayoría de las y los docentes (38.40%) indicaron estar “un poco de acuerdo” en que si los y las estudiantes requieren de habilidades cognitivas específicas para obtener un buen rendimiento académico en cada asignatura
Ahora bien, en cuanto a la tercera pregunta (ver Figura 3); se muestra que la mayoría de las y los encuestados (76.9%) habían escuchado sobre los efectos de la estimulación cognitiva en el rendimiento académico en estudiantes
Por ultimo, en la cuarta pregunta (ver Figura 4); se encontró que cerca de la mitad de los y las docentes (46.10%) han aplicado “a veces” tareas o ejercicios de estimulación cognitiva en el aula
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, se destaca que aún existe poca claridad sobre la variable del rendimiento académico como una medida cuantitativa y confiable del aprendizaje que un estudiante adquiere, lo cual podría concordar con lo que mencionan algunas autoras y autores como Escolano-Pérez y Bestué (2021) quienes señalan las limitaciones y cautela en la interpretación de los resultados en la investigación educativa que utilicen esta medición como un indicador del aprendizaje en estudiantes.
Por otra parte, se observó que la mayoría de los y las profesoras muestran entre poco y bastante grado de acuerdo en que si los y las estudiantes requieren de habilidades cognitivas específicas para tener un buen RA en cada asignatura; algo que resulta positivo, pues de acuerdo con algunas autoras y autores es necesario reconocer las capacidades de los y las alumnas para elaborar estrategias de enseñanza que respondan a las demandas cognitivas que pueden implicar cada asignatura (Aragón et al., 2017; Bonilla y Díaz, 2018).
Entre otros resultados se halló que el 76.9% de los y las profesoras han escuchado sobre los efectos de la estimulación cognitiva en el RA, y que únicamente el 15% nunca ha aplicado alguna actividad y/o ejercicio de estimulación cognitiva en el aula, mientras que el 85% sí lo ha hecho en alguna ocasión; datos que también podrían ser positivos, pues entre los aportes de la neuropsicología al ámbito educativo se encuentran la implementación de intervenciones cognitivas que mejoran el RA en estudiantes, sobre todo en edades tempranas cuando varios de los procesos aún están en desarrollo (Albarracín y Montoya, 2021).
Referencias
Albarracín, A. P. y Montoya, D. A. (2021). ¿El bajo rendimiento académico mejora a partir de la intervención cognitiva computarizada? Revista Española de Orientación y Psicopedagogía, 32(3), 74-92. https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/222327/Bajo.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Aragón, E., Canto, M. C., Marchena, E., Navarro, J. I. y Aguilar, M. (2017). Perfil cognitivo asociado al aprendizaje matemático con el método algoritmo abierto basado en números (ABN). Revista de Psicodidáctica, 22(1), 54-59. https://doi.org/10.1387/RevPsicodidact.16396
Ariza, C. P., Rueda, L. A. y Sardoth, J. (2018). El rendimiento académico: Una problemática compleja. Boletín Virtual, 7(7), 137-141. https://revista.redipe.org/index.php/1/article/view/527
Bonilla, M. y Díaz, C. (2018). La metacognición en el aprendizaje de una segunda lengua: Estrategias, instrumentos y evaluación. Revista Educación, 42(2), 667-677. https://doi.org/10.15517/revedu.v42i2.25909
Escolano-Pérez, E. y Bestué, M. (2021). Academic achievement in Spanish secondary school students: The inter-related role of executive functions, physical activity and gender. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18(4), 2-25. https://doi.org/10.3390/ijerph18041816
Fonseca, G. P., Rodríguez, L. C. y Parra, J. H. (2016). Relación entre funciones ejecutivas y rendimiento académico por asignaturas en escolares de 6 a 12 años. Hacia la Promoción de la Salud, 21(2), 41-58. https://doi.org/10.17151/hpsal.2016.21.2.4
Latzman, R., Elkovitch, N., Young, J. y Clark, L. A. (2010). The contribution of executive functioning to academic achievement among male adolescent. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 32(5), 455-462. https://doi.org/10.1080/13803390903164363
Montes, M. M., Flores, R. y Roqueta, C. A. (2020). Revisión sistemática del efecto de las funciones ejecutivas en el rendimiento académico. Ágora de Salut, 7, 205-215. http://dx.doi.org/10.6035/AgoraSalut.2020.7.21